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miércoles, 3 de marzo de 2010

CERO OCHENTA ¿Lo sabías?

El 1 de octubre el Centro de Capitanes de Ultramar firmó con las principales cámaras de armadores el incremento del coeficiente de franco compensatorio de 0,5 a 0,8.


Esta conquista sin duda es histórica, no solo porque hayamos alcanzado el anhelado uno por uno, sino porque se logró en un momento particularmente difícil y bajo circunstancias adversas.

Que a raíz del conflicto debieron adoptarse medidas de carácter industrial en la Flota Petrolera. Que durante la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo las empresas se negaron a sentarse a dialogar provocando la continuación del conflicto.

Que el Centro coordinó eficientemente la medida de fuerza para que nunca estuviera en riesgo el normal abastecimiento de combustibles.

Que nuestros colegas embarcados fueron víctimas de amenazas e intimidaciones por parte de las empresas mediante denuncias, exposiciones y cartas documento enviadas a sus domicilios, aún sabiendo que se encontraban a bordo con el único objetivo a atemorizar a sus familias.

Que las empresas recurrieron al acoso judicial, para denunciar penalmente a nuestros dirigentes. Todas estas falsas denuncias con el único objetivo de impedir que ejerzamos nuestros derechos. Esta judicialización de un reclamo justo, dentro del ámbito laboral, lo único que persigue es crear la confusión necesaria para que los justos derechos de los trabajadores se diluyan en un mar de cartas documento, comprometiendo y desvirtuando la verdadera función del Poder Judicial.

Que se montaron operaciones de prensa desde el grupo Clarín, La Nación, Radio 10 y C5N entre otros, para mentir a la opinión pública y crear de esta manera el caos ante la inminente falta de combustibles culpando a los capitanes de pretender aumentos del 40%, cuando tienen sueldos de $30.000.

Que jamás intentaron comunicarse con nuestro centro para chequear la desinformación que publicaban y que incluso cinco días después de haber finalizado el conflicto continuaban publicando lo mismo, seguramente porque estos medios de comunicación nunca pretendieron informar, sino ser meros voceros o cómplices del sector que les paga para que escriban o hablen y lamentablemente estos supuestos periodistas lo hacen, demostrando un enorme desprecio por la verdad.

Que ningún sindicato marítimo nos acompañó en esta gesta, con enormes esfuerzos el Centro peleó “solo”, consiguiendo la más grande conquista tal vez en toda nuestra historia sindical, afortunadamente el resto de los colegas que junto a nosotros navega dentro de poco podrá disfrutar de esta mejora en su calidad de vida. Nuestra obligación es decirles a quien se la deben; y pedirles que les pregunten a sus dirigentes ¿por qué se opusieron?, ¿por qué no apoyaron?

Que sin embargo recibimos el apoyo de la CGT a través de su Secretario General Hugo Moyano y del Secretario General de la CATT Omar Viviani quien acompañó al Centro “personalmente” durante la negociación final en el Ministerio durante más de 10 horas.

Que la moción que daba mandato al Presidente para efectuar el reclamo fue votada por una enorme mayoría, que lamentablemente no fue unanimidad porque un adherente a la lista verde y blanca se opuso. Que la siguiente asamblea del 24 de septiembre convocó a unas 120 personas y que éstas decidieron por “unanimidad” apoyar a nuestro presidente y continuar con el reclamo.

Que todas las futuras generaciones de socios del Centro de Capitanes de Ultramar recordarán el 1 de octubre de 2009 como el día en que un grupo de personas detrás de su Presidente Marcos Castro no le pusieron precio a la dignidad, sin importar el tamaño del enemigo ni de sus aliados, porque lo que estaba en juego, era estar más tiempo con nuestras familias y la oportunidad de ver un poco más el crecimiento de nuestros hijos. Se recordará también como el día que no se resignó ni un ápice nuestra soberanía sindical, a pesar de la mirada expectante de otros gremios que esperaban y deseaban nuestro fracaso. Pero a los que nos tocó estar en esas gloriosas asambleas y aquel jueves 1 de octubre en esa tensa espera en el Centro, nos quedará también el recuerdo de esa indescriptible emoción cuando Marcos llegó, se sentó y quebrándose la voz nos informó que habíamos ganado.

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