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jueves, 17 de mayo de 2018

Informe sobre algunos de los proyectos que el Centro de Capitanes de Ultramar supo acompañar y promover


Consecuencias de las Políticas de desregulación, la escasa o nula participación del Estado Nacional y la liberación de las actividades productivas y logísticas a la supuesta búsqueda de equilibrio del mercado.

La Argentina, a partir de la sanción del Decreto Nº 2284 de 1991 procedió a derogar la Ley Nº 18.250 de Reserva de Cargas, la que otorgaba un mercado competitivo a los armadores argentinos para el cumplimiento del transporte marítimo internacional, durante su vigencia fue el momento más próspero del tonelaje argentino público y privado.
Ante la expectativa de pérdida total del tonelaje para el transporte de Cabotaje Nacional e Internacional, surge el Decreto 1772/91 que les permitió a los armadores argentinos cesar provisoriamente su registro de bandera hacia banderas de conveniencia por el término de dos años, tiempo en el cual se esperaba la sanción de un régimen definitivo más conveniente y adecuado para competir internacionalmente, al no cumplirse este objetivo, el Decreto 1772 fue prorrogado hasta Agosto de 2004 donde se produce la  sanción del Decreto 1010 que reincorpora la flota al Registro Nacional permitiendo el charteo de unidades para el  acrecentamiento de la Marina Mercante con mano de obra argentina,  como primer paso para un reordenamiento que permita desarrollar el transporte por agua de cabotaje nacional, regional e internacional.
Asimismo a Industria Naval sufrió una severa reducción productiva e incluso, en algunos casos, el cese definitivo de actividades.
Nuestros astilleros iniciaron un período de inactividad y escasas posibilidades de inversión, por lo que conjugar las necesidades del sector naviero y la construcción naval es la premisa a llevar adelante.
Asimismo cabe destacar que la industria naval genera mano de obra especializada en forma directa y tiene un efecto multiplicador de mano de obra indirecta con incidencia preponderante en la pequeña y mediana empresa.
La participación en el mercado regional e internacional de fletes también tuvo su desequilibrio que se evidencia en los datos estadísticos. A principios de los años noventa el volumen de fletes y seguros generados por nuestro país era de 2.545 millones de dólares anuales, de los cuales 900 millones correspondían al transporte con bandera Argentina generando un aporte considerable a nuestra balanza de pagos.
Actualmente dicho volumen ronda los 5.000 millones de dólares anuales, y de acuerdo a los registros de los años 2011 y 2012, la participación de la bandera Argentina no alcanza al 3% del total.
En el Cabotaje Nacional también se produjo una disminución de oferta de bodega, pero se mantuvo reservado a buques de bandera Argentina, gracias a la vigencia del Decreto-Ley Nº 19.492/44, ratificado por Ley Nº 12.980. Las carencias en ese sentido se suplen mediante el otorgamiento de Excepciones, que en todos los casos, contemplan las necesidades del comercio y transporte argentino.
En los últimos 10 años, y con la vigencia del Decreto 1010  el tonelaje de bandera Argentina, si bien no ha podido completar el servicio de transporte de cabotaje nacional por encontrarse disminuido en su capacidad de bodega en relación con las necesidades de los cargadores y las mercaderías a transportar, paso de una participación del 10 % en el año 2003 a un 25 % en el año 2014.
Las excepciones al cabotaje nacional generan divisas por fletes para armadores externos, que son considerados pagos por servicios al exterior y aumentan el desequilibrio de nuestra balanza comercial.
Hasta aquí podemos decir que, si bien el Decreto 1010 del año 2004 afianzó el pabellón nacional y posibilitó el ingreso de nuevas unidades, el tonelaje de registro aún no satisface la actual demanda del Cabotaje Nacional.

Transporte Fluvial
El Transporte hidroviario se encuentra enmarcado por el ACUERDO SOBRE TRANSPORTE FLUVIAL POR LA HIDROVÍA PARAGUAY – PARANÁ (Puerto Cáceres – Puerto Nueva Palmira) y sus PROTOCOLOS ADICIONALES.

Sin duda la navegación en la Hidrovía Paraguay – Paraná se ha incrementado en forma significativa en los últimos años y las perspectivas menos optimistas, estiman que por ella se transportarán cerca de 50 millones de toneladas para el año 2020.
El mineral de hierro, granos, subproductos y combustibles figuran como principales cargas demandantes de bodega, aunque con volúmenes más modestos las manufacturas en contenedores mantienen un desarrollo sostenido.
La República de Paraguay participa en el  90 % del transporte en la Hidrovía y la República Plurinacional de Bolivia se encuentra en proceso de incrementar su flota significativamente.
Ante esta situación corresponde preguntarnos, porque dos de los cinco Estados Parte del Acuerdo, incrementan notoriamente su tonelaje y la Argentina con aproximadamente el 48 % de la vía navegable bajo su jurisdicción o compartida, no accede a una participación de igual porcentaje en la navegación fluvial.
La República Argentina no puede tener la misma visión del Río Paraná que los países mediterráneos, y esto se evidencia por el hecho de que en el tramo Argentino conviven los convoyes de empuje junto con los buques graneleros tipo panamax que cargan y transportan gran parte de las exportaciones agrarias del país, lo que determina mayores esfuerzos para mantener el delicado equilibrio de la seguridad de la navegación.
Asimismo Paraguay promociona tributariamente con períodos de gracia para determinados impuestos, juntamente con incorporaciones precarias y provisorias que permiten la explotación de las unidades en el corto plazo.
En otro orden, la suscripción del Acuerdo generó compromisos de reciprocidad de tratamiento y sus protocolos armonizaron normas técnicas específicas, que deben ser supervisadas por cada Estado Parte, sin embargo en muchos casos se advierten reiteradamente las mismas embarcaciones con las mismas deficiencias como resultado de las inspecciones a los convoyes extranjeros a su ingreso en aguas jurisdiccionales argentinas, lo que pone en duda, el cumplimiento por alguno de los Estados Parte del Acuerdo, de los compromisos asumidos.
Estas argumentaciones permiten determinar que, sin un cambio cualitativo y cuantitativo en los costos de inscripción en la Matrícula Nacional, juntamente con incentivos de promoción del transporte fluvial, la Argentina distará de poseer competitividad en la Hidrovía Paraguay – Paraná.
Pero dicho cambio no puede ni debe afectar los estándares de seguridad de las embarcaciones, la seguridad de la navegación, la protección del medio ambiente y la capacitación de las tripulaciones.

Transporte Marítimo MERCOSUR

En lo atinente al transporte marítimo MERCOSUR, se encuentra en vigencia el ACUERDO SOBRE TRANSPORTE MARÍTIMO ENTRE LA REPÚBLICA ARGENTINA Y LA REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL.
La norma permite a los armadores autorizados en el tráfico, operar con buques propios o arrendados, y cada Estado Parte del Acuerdo autoriza los arrendamientos correspondientes.
Los volúmenes de transporte en el marco del acuerdo, totalizan anualmente cerca de 5.000.000 de toneladas de graneles líquidos y sólidos y aproximadamente 1.000.000 de contenedores de productos manufacturados, estas cifras demuestran que la demanda en el transporte regional, si bien es cubierta por armadores locales, existen grandes volúmenes, que se transportan en buques de terceras banderas, esto no genera un valor agregado para los Estados Parte, permite la inserción de banderas de conveniencia en el intercambio regional y desestima la mano de obra local.
Continuando en el marco regional, a partir del año 2003 se reanudaron las reuniones de Especialistas en Transporte Marítimo dentro del marco del Subgrupo de Trabajo Nº 5 TRANSPORTE del MERCOSUR.
En la 4ª Reunión de Especialistas, realizada en Asunción República de Paraguay en abril del 2005 Argentina, Brasil y Paraguay suscribieron un Proyecto de ACUERDO MULTILATERAL de TRANSPORTE MARITIMO MERCOSUR, en dicha oportunidad no asistió la República Oriental del Uruguay, por lo que le fue remitido el Proyecto para su consideración.
Posteriormente la Delegación de Uruguay manifestó en reiteradas ocasiones la imposibilidad de incorporarse al Proyecto Acordado, dado que las cargas en tránsito, resultaban un inconveniente para la política prioritaria del desarrollo de actividades portuarias, libres y competitivas, basadas especialmente en la captación de cargas de transbordo.

Actividad, desarrollo y complementación de los Puertos
Aquí debemos destacar que las inversiones portuarias en la República Oriental del Uruguay realizadas por empresas multinacionales se basaron en un sistema logístico diseñado para utilizar los puertos uruguayos externos al MERCOSUR a fin de evitar la integración regional en materia de transporte y complementariedad portuaria.
Esta estrategia se evidencia en la transformación que sufre la política portuaria uruguaya en el marco del Acuerdo. Al inicio de las negociaciones, los Estados Parte optaron por incorporar zona especiales aduaneras de sus jurisdicciones por un período acordado para que las mismas formaran parte del Mercado Común del Sur.
Así es que Argentina solicitó se incorporara el Área Aduanera Especial de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur al MERCOSUR, y lo mismo peticionó la República Federativa del Brasil con relación a su zona aduanera comprendida por el complejo de MANAUS.
Tanto Paraguay como Uruguay no propusieron la inclusión de zonas especiales en territorio de ambos países.
Posteriormente, la República Oriental del Uruguay, sanciona la Ley de Puertos de su país que establece puertos libres en todo el ámbito de su jurisdicción, los cuales no tienen intervención aduanera ni otras autoridades nacionales y funcionan claramente cómo enclaves francos, en evidente transgresión a los postulados del Acuerdo MERCOSUR. Esta situación pone en serias desventajas a los puertos de los demás Estados Parte respecto de los puertos uruguayos y sobre todo por su proximidad física a los puertos argentinos.
Esta política demuestra que la visión del Uruguay y sus asociados multinacionales era la de relegar a las exportaciones argentinas a la dependencia logística de los puertos uruguayos transformando a la República Argentina en un país mediterráneo sin salida a los mercados internacionales a través de sus puertos marítimos y fluviales.
La situación hasta aquí reflejada y la falta de políticas argentinas y regionales a  partir de la década del noventa, estableció un modelo logístico claramente inconveniente a los intereses económicos y de creación de empleo nacionales.
El escenario emergente de esa realidad era, antes de los cambios de paradigma que impuso la Disposición 1108/2013 y complementarias (hoy derogada), un esquema logístico regional por agua donde el 90 % de las embarcaciones fluviales de la Hidrovía son de bandera paraguaya , donde los transbordos de la producción argentina especialmente la de carga conteinerizada se hacían a través de la transferencia del 50% de las mismas en el puerto de Montevideo, tal cual lo aseveran las propias publicaciones uruguayas (de allí se desprende que el financiamiento del modelo portuario uruguayo fue en su mayoría financiado por la renta logística argentina) y se consolidaba la idea del Uruguay como enclave franco para el transbordo de la carga   proveniente del norte del Paraná  del resto de los Estados Parte del Acuerdo.
Finalmente este presupuesto básico que argentina iba en forma permanente y en autodefinición como país mediterráneo creó la alucinación que Uruguay podría seguir financiando su desarrollo portuario no solo ya con la carga argentina sino también con la monopolización de las cargas tanto paraguayas como bolivianas y brasileras que descendieran por el rio  Paraguay y Paraná.
No existen antecedentes ni históricos ni geográficos y menos aún políticos antes de la década de los noventa donde Uruguay pretendiera abrevar del transporte fluvial de la región.
Argentina  permitió que tanto el proyecto de fortalecimiento de nueva Palmira y  un supuesto proyecto de aguas profundas en la zona de rocha tuviesen bases de factibilidad.
Es importante destacar que la conmoción que produjo la decisión soberana de Argentina de informar a la región que no seguía dispuesta a entregar sus cargas al agregado de valor logístico del  exterior,  puso de manifiesto no sólo la precariedad en la cual estaban basadas las inversiones en los puertos uruguayos (Montevideo y Nueva Palmira), sino que también demostraron claramente como lo indican los informes de los propios expertos uruguayos, la inviabilidad estructural de ambos proyectos. Esta de más describir que hubiera sido del futuro logístico de argentina si esos proyectos se hubieran llevado a cabo.
También se debe destacar el impacto profundo que causo en los monopolios logísticos internacionales la decisión Argentina  de avanzar con la construcción del canal magdalena y alcanzar soberanía marítima a través de un canal que vincule directamente el océano con nuestro litoral fluvial, rompiendo la dependencia de la actual traza del  canal del río de la Plata que obliga a la argentina a utilizar al puerto de Montevideo como acceso político de todo su comercio exterior.
La lectura de las publicaciones uruguayas en este sentido son de por si contundentes.  
Corresponde señalar que a partir de la puesta en vigencia de las Disposición SS. P. y V.N. N°  y 584/2013 y 1108/2013, las publicaciones de la prensa uruguaya esgrimen los argumentos aquí expuestos con total convencimiento que argentina ha conseguido su independencia para su conexión hacia y desde el Océano al Atlántico, un impensado proyecto que va en desmedro de los puertos uruguayos y más aún en la perspectivas de consolidación de un puerto de aguas profundas en la zona de Rocha.
Por todo lo hasta aquí expuesto, se puede manifestar que de no haberse tomado las recientes medidas, la República Argentina marchaba inexorablemente a comportarse como un país mediterráneo y por ende dependiente, y sus cargas de exportación e importación financiarían un modelo logístico de las empresas multinacionales, lejos de los intereses nacionales y de la integración regional. Además de haber perdido la contribución marginal que debe proveer las cargas extranjeras del norte argentino a su estructura logística nacional.

Acciones y propuestas que se desprendieron a partir de la Disposición 1108/13 y  584/2013 a través del fortalecimiento de la Logística de transporte Marítimo Fluvial y Operaciones Portuarias.

La Disposición 1108/13 de la S.S.P.y V.N. promovioueve que las actividades logísticas de las cargas originadas en puertos argentinos se vuelquen en su mayor volumen a nuestra propia economía, compatible con los parámetros de competitividad y eficiencia que la actividad económica local y regional demanda.
Persigue que esa actividad logística agregada en  las cargas argentinas se vuelque en puertos argentinos o en aquellos países del Mercosur que tengan vigentes acuerdos de transporte bilateral o multilateral.
Este cambio de ordenamiento, para incrementar el transporte de cabotaje y la mano de obra nacional en los puertos, necesitó de acciones de coyuntura para que durante el periodo de implementación se  evitaran demoras o mayores costos a las exportaciones desde los puertos del Litoral Fluvial y Patagónicos.
Para ello se desarrollaron reuniones y se coordinó con las Gobernaciones de las Provincias de Formosa, Misiones, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires a fin de lograr que las cargas de exportación argentinas, que antes se destinaban únicamente al puerto de Montevideo, pudieran ser transbordadas en Rosario, Campana, Zárate y/o en los puertos Metropolitanos (Buenos Aires, Dock Sud y La Plata). Así se otorgaron excepciones al Cabotaje para embarcaciones de bandera paraguaya hasta tanto los armadores argentinos incrementan la oferta de bodega nacional. Asimismo se estableció que las autorizaciones sean tramitadas por las autoridades portuarias provinciales logrando que todos los exportadores se encuentren incorporados al régimen y un interlocutor válido ante el Estado Nacional que plantee las necesidades del puerto que administra.
Como resultado podemos resaltar que desde la vigencia de la Disposición no se han verificado demoras ni costos adicionales, por el contrario las operaciones se desarrollaron con la misma o mayor agilidad y un incremento de la actividad en los puertos argentinos.
Un segundo desafío se suscitó con la campaña de exportación de fruta, que comenzará a mediados del mes de Enero, cuya logística se venía desarrollando desde el puerto de San Antonio Este (Río Negro) hacia el puerto de Montevideo para su transbordo y exportación final.
Ante la momentánea imposibilidad de utilizar los puertos metropolitanos en sustitución de los puertos de Uruguay, la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables convocó al Senador Miguel Ángel Pichetto, a quien acompañó el Gobernador de la Provincia de Río Negro Alberto Weretilneck, los exportadores del Valle de Río Negro, los principales armadores internacionales (Maersk, Hamburg Sud y Compañía Sudamericana de Vapores) y los responsables de la logística portuaria de estos productos estacionales y perecederos.
Con todos los actores del sector se analizaron las mejores acciones para cumplir con eficiencia la campaña que mueve aproximadamente 7.000 contenedores en un período de cuatro meses y se coordinó su transbordo a través del puerto de Rio Grande do Sul (Brasil) comprometiéndose los transportistas en mantener las mismas tarifas de fletes que correspondieron a la campaña del año anterior, y ajustar los tiempos de tránsito para el mantenimiento del producto y su cadena de frio. Asimismo se acordó llevar adelante reuniones con los puertos metropolitanos a fin de desarrollar las próximas campañas con logística y transbordo en puertos argentinos.
En definitiva la Disposición 1108 persigue que se fortalezca la capacidad argentina y regional en el transporte por agua y particularmente en los fletes fluviales y marítimos tanto de cabotaje como regionales.
El fortalecimiento de las flotas regionales permitirán fomentar el desarrollo económico y fundamentalmente la creación de empleo.
 
Resguardo de la Seguridad de la navegación en los Ríos Argentinos

La Disposición de la Prefectura Naval Argentina RPOL, 008 Nro. 01/2013, que limita las esloras de los convoyes de empuje a 236 metros de eslora y 50 metros de manga en los tramos del Río Paraná: Paraná Guazú, Paraná Bravo y Pasaje Talavera  responde estrictamente al mantenimiento de la seguridad de la navegación en una zona seriamente congestionada en el tráfico marítimo de ultramar que convive con un transporte fluvial cada vez más activo y escaza capacidad de maniobra en aguas restringidas.
En reiteradas oportunidades la Delegación Argentina en la Comisión del Acuerdo, Organismo Técnico del Acuerdo sobre Transporte Fluvial en la Hidrovía Paraguay- Paraná sostuvo que las dimensiones máximas permitidas para los convoyes de empuje en los tramos de navegación al sur de San Nicolás se encontraba en permanente estudio, por la alta densidad de buques graneleros que ingresan para la exportación de la producción agroindustrial argentina con esloras cada vez mayores y calados limitados y condicionados a velocidades máximas que tengan el menor impacto en el medio ambiente fluvial y las costas de ambas márgenes del río Paraná que corresponden a jurisdicción argentina.
A esto se agrega la incorporación del tráfico de buques Car-Carriers en la zona Campana – Zárate y portacontenedores que ingresan hasta la región de Santa Fé y Rosario.
La república Argentina tiene la férrea voluntad de integrar a la región en el transporte fluvial por los ríos Paraguay y Paraná, de hecho se encuentra abocada al dragado del primero en su sección compartida con la hermana República de Paraguay. Pero no obstante ello, debe tener una visión del Río Paraná diferente a los países mediterráneos, y esto se evidencia por el hecho de que en el tramo Argentino la convivencia de ambos tráficos determina mayores esfuerzos para mantener el delicado equilibrio de la seguridad de la navegación.
Asimismo, en ambas orillas se emplazan en toda su trayectoria ciudades y poblaciones dependientes del curso del río, un efecto adverso con relación a la prevención de la contaminación podría generar un daño irreparable para las provincias mesopotámicas de irreversibles consecuencias.
En otro orden, dentro del esquema de trabajo firmado recientemente entre la República Argentina y la República del Paraguay se propuso, en el segundo punto de la agenda, incrementar el transbordo de las cargas originarias en puertos del Paraguay en puertos de Argentina, encarando así un sistema logístico integrador entre ambos Estados que resulte en mejorar la navegación, la eficiencia portuaria y la ecuación económica. Es momento de reanudar las negociaciones tendientes a beneficiar la región en términos de complementación y desarrollo.

Traza alternativa en el Río de la Plata

La nueva traza del canal de acceso al Río de la Plata, mediante la rectificación del Canal de Punta Indio hasta la Zona Bravo del Río de la Plata Exterior alcanzando la isobata de 12 metros  frente a Punta Piedras (Provincia de Buenos Aires) establecida por la Disposición S.S.P.y V.N. N° 584/13 representa una alternativa imprescindible para consolidar el transporte y las comunicaciones con los puertos patagónicos desde y hacia el litoral fluvial y los puertos metropolitanos. Su profundización y adecuación permitirá posicionar  ambos canales de acceso al Río de la Plata en igualdad de condiciones, posibilitando el ingreso de buques a los puertos metropolitanos y de la Cuenca del Plata con mayor agilidad, seguridad y ventajas con relación a la procedencia y escalas de los buques en condiciones de línea regular. Su posterior incremento de profundidad, mejorará el ingreso de buques de mayor porte y la economía de escala para las exportaciones de los puertos de Rosafé y el menor tiempo de acceso a la costa patagónica, completamiento de productos agrarios en Bahía Blanca, Quequén o en el proyectado puerto de Aguas Profundas.
Acciones a desarrollar:Todas estas medidas requieren de acciones complementarias a coordinar entre organismos públicos y privados nacionales y  negociaciones regionales con los Estados Parte del MERCOSUR. Para ello se ha desarrollado una agenda de trabajo que incluye: Consolidar los objetivos de la Res. 1108/13 logrando mayor competitividad de los puertos metropolitanos La Plata, Dock Sud, Buenos Aires (AGP) en un plano de igualdad con los puertos regionales. Actualizar los procedimientos de la Dirección General de Aduana, dependiente de la Administración Federal de Ingresos Públicos en base a las a las exigencias logísticas contemporáneas y los mecanismos tecnológicos de verificación. Emprender las obras de profundización en las trazas desde el Mar a Rosafé en  etapas adecuadas a las necesidades y costos. Desarrollar  un polo logístico en los puertos del Río Paraná a fin de concretar sus exportaciones agroindustriales del Noroeste y el Noreste argentino, pero así también ofrecer una plataforma para el comercio exterior de Paraguay, Bolivia y centro de Brasil (Mato Grosso y Mato Grosso do Sul), para ello la propuesta es ofrecer puertos públicos y privados en el litoral fluvial, desde barranqueras hasta el complejo Campana -  Zárate y los puertos metropolitanos para realizar las operaciones de transbordo desde y hacia el norte para el ingreso y egreso de las cargas provenientes de los mercados marítimos. Para ello habrá que encarar las obras de modernización portuaria de los puertos públicos provinciales y acompañar los emprendimientos privados que se encaminen con idéntico incentivo. Como instrumento integrador se propone vincular puertos de los países miembros de la Hidrovía Paraguay – Paraná mediante acuerdos de complementación. En el último año  se transportaron por la Hidrovía cerca de 14 millones de toneladas y los datos más conservadores estiman que en los próximos 5 años el movimiento llegue a duplicarse. Desarrollo de un complejo portuario de embarque y transferencia de cargas, mineral de hierro y productos forestales entre otros, en el Puerto de Ibicuy (Entre Ríos), aprovechando su ubicación estratégica en el Río Paraná y su profundidad natural, que permitirá el ingreso de embarcaciones de porte para las exportaciones regionales. Se han iniciado las negociaciones con la República del Paraguay mediante Carta Compromiso para el tratamiento de los siguientes tópicos. (La fecha de la primera reunión está prevista para el 28 de Enero próximo en la ciudad de Paraná Entre Ríos): Relocalización de las Zonas francas otorgadas a la república de Paraguay y a la República de Bolivia en el Río Paraná mediante acuerdos con la Provincia de Santa Fe y/o Entre Ríos para ofrecer una alternativa logística a ambos países mediterráneos.
Actualmente la flota paraguaya realiza el transporte del 90 % de las cargas que transitan por la Hidrovía, se propone el desarrollo de la industria naval de los Estados Parte de la Hidrovía Paraguay – Paraná y el MERCOSUR, a través de la incorporación de embarcaciones de construcción regional mediante el aporte tecnológico en astilleros, propiciando asociaciones comerciales entre las industrias navales de los países, que puedan satisfacer la demanda de buques y artefactos navales para el transporte regional, con la visión de integrar y complementar la industria naval y navalpartista. Asimismo equilibrar la participación de la bandera argentina en el transporte mediante acuerdo que no le resten la participación actual a la flota paraguaya sino que se equilibre con la flota argentina en el incremento de la demanda.
3.- Acuerdos de complementación entre puertos paraguayos y argentinos para transferencia de cargas.
4.- Establecer mecanismos binacionales de cooperación y colaboración para el dragado y mantenimiento de los ríos comunes.
5.- Análisis de las exigencias técnico – jurídicas para la matriculación de embarcaciones en ambos Estados.
6.- Control por parte de las autoridades Paraguayas ante informes de deficiencias detectadas en las embarcaciones en tránsito por jurisdicción argentina.
7.- Análisis y reformulación del sistema de Formación y capacitación del  personal embarcado.
8.- Incentivos fiscales,  subsidios y otras medidas promocionales para la navegación. 

Mantener el dragado del Canal Martín García iniciado en el mes de Enero del 2102 entre ambos equipos técnicos de Argentina y Uruguay, coordinando entre ambos países las políticas portuarias y de las vías navegables compartidas.

Aprovechar la máximo las potencialidades del Río Uruguay mediante su profundización, logrando generar mayor actividad en el puerto de Concepción del Uruguay y fomentar una mayor y mejor navegación en el Río Uruguay sujeto a la dinámica de negociación con la República Oriental del Uruguay y sus proyectos sobre los alcances de las operaciones en el puerto de Nueva Palmira.

Por
Sergio Dorrego
Capitán de Ultramar

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