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viernes, 26 de octubre de 2012

La Marina Mercante y su eterno agradecimiento a Nestor Kirchner


A dos años del fallecimiento del Presidente Argentino que hizo renacer nuestra Marina Mercante y que nos devolvió la soberanía sobre nuestros barcos.
“Él no dejó sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno” como hicieron todos los presidentes que lo precedieron durante la noche neoliberal. Asumió la primera magistratura solo con un 22 % de los votos en un país donde la desocupación alcanzaba el 25 %, transformó la vida de los argentinos, nos enseñó y demostró que era la política la herramienta de esas transformaciones.
Los marinos mercantes argentinos siempre lo vamos a recordar como el Presidente que  nos devolvió la dignidad, el que dijo “basta” de ser extranjeros en nuestros propios barcos, como al único que escuchó nuestros reclamos y los atendió, mientras que, los que habían provocado nuestra ruina, se hacían (y hacen) los distraídos, ya sea por inoperancia, malicia, falta de convicción o cobardía, miraban (y siguen mirando) para otro lado, Néstor Kirchner tomo la bandera de la recuperación con aquel decreto 1010/04, la tarea no ha concluido, aún hoy lo extrañamos y lo necesitamos, en este camino que transitamos para tener una ley que permita defender y garantizar lo conseguido y que sirva de plataforma para engrandecer aún más la industria del transporte marítimo y fluvial.
Recordarlo a través de sus propias palabras es como un faro que nos señala el rumbo que no hay que abandonar para alcanzar la Patria Grande.     

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DE PRESENTACIÓN DEL PLAN DE ASISTENCIA FINANCIERA PARA LA PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA NAVAL Y LA MARINA MERCANTE

Estamos ante un nuevo desafío, como siempre, están los dos lados de la biblioteca; los que descreyeron auténticamente de la industria nacional y cometieron uno de los daños más grandes a la industria nacional al destruir la industria naval, la marina mercante, que fueron verdaderos orgullos de producción, trabajo nacional y soberanía nacional, y aquellos que dicen que todo esto que vamos a hacer nosotros, los economistas de las escuelas que hablan tanto, es gasto público improductivo. Son los dos países, un país que en la pluralidad pretendemos construir todos los argentinos, y otros que desde el autoritarismo económico creen que hay una sola viabilidad de desarrollo del país.
Nosotros creemos en la visión, en la pluralidad y en la posibilidad de construir un país que pueda tener su producción nacional, su industria nacional, que pueda integrarse al mundo con sustentabilidad interna. Volver a hablar de los talleres nacionales, astilleros nacionales, línea de bandera, parece realmente algo que estaba muy lejano en nuestras posibilidades y hoy lo estamos instrumentando entre todos.
Creemos firmemente en la industria que ustedes trabajan, invierten y representan. Háganlo con confianza, recuperemos como decíamos días pasados la autoestima, terminemos con esta historia, lo trato de decir en todos lados, que los argentinos hacemos cosas de mala calidad, que no servimos, que tenemos costos altos. Esa cultura que por unos pocos pícaros que tuvo la sociedad argentina la están pagando todos los argentinos, los excelentes investigadores que tenemos del Conicet, de las distintas áreas, los técnicos, los profesionales, los trabajadores argentinos que nosotros brindamos. Nos han hecho creer que los argentinos siempre generamos productos de mala calidad o que evidentemente estamos en una situación absolutamente por debajo de la calidad que se brinda en otros lados. Donde yo voy no hacen más que elogiarme la calidad, la capacidad investigativa y la mano de obra argentina.
Recuperemos nuestra autoestima fuertemente, que nuestros empresarios nacionales vuelvan a creer en sí mismo y en el país, que nuestras pymes se vuelvan a fortalecer y eso va a lograr que la economía argentina esté en un racional y permanente crecimiento y nos de la visualización de un futuro estratégico.
Si los argentinos somos capaces de creer en nosotros mismos, tenemos un futuro indiscutible, no en un gobierno, en los argentinos. Después, perfil más o menos, en el marco de la pluralidad democrática, la sociedad va eligiendo en cada tiempo de la historia. Pero cuando una sociedad cree en sí misma, es indudable que construye un futuro, que tiene sentido estratégico, que supera cualquier contradicción coyuntural y evidentemente permite volver a revalorizar los valores de país, de nación, de patria, de bandera, de tener ese orgullo de lo nacional que durante tanto tiempo parecía una vergüenza hablar de lo nacional. Realmente me entusiasmo mucho con todos estos temas y creo que se pueden llevar adelante. Cometeremos errores, los iremos corrigiendo en el camino, ya vimos lo que nos pasó con el autoritarismo económico de la solo idea, una sola idea vigente, de que nunca se equivocan, de no saber dar algún paso al costado o atrás cuando uno no acierta, porque nadie es perfecto, cuando una sociedad es dúctil a quienes conducen temporariamente por voluntad de la sociedad, tiene esa ductilidad, no tengan ninguna duda que el futuro se va construyendo y las posibilidades de ir generando saltos cualitativos se van dando en forma paulatina y permanente.

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