Defensa a ultranza de los puestos de trabajo, decreto 1010, incorporación a la CGT con un fuerte compromiso sociopolítico, crecimiento de OSCOMM, lucha contra las banderas de conveniencia y contra la extranjerización de nuestros buques, becas para alumnos de la ENN, manifestaciones culturales, promoción de autores y edición de libros, FUENN, el Buque Escuela, la caja compensadora, el complejo Aurora I, el decreto 320, la defensa de los derechos de las mujeres, el campo recreativo Valle Verde, los aniversarios del centro, los festejos del día del marino mercante, ITF, IFSMA, la defensa de nuestra soberanía en la Malvinas, Convenios colectivos de trabajo, la nueva sede, Aurora II, proyecto de ley de Marina Mercante, aumentos a los jubilados, mejoras de la obra social, etc.
Podríamos seguir, son muchísimos los logros y proyectos de la actual conducción del Centro de Capitanes de Ultramar, y pensar que se consiguieron dentro de condiciones nada favorables, con mucho esfuerzo y sacrifico. En estos tiempos es preciso reflexionar, recurrir a la verdadera memoria, esa que sirve para proteger el futuro.
La búsqueda de la equidad, la ampliación de la participación, la proliferación de proyectos de integración social junto a una democratización de la educación y la salud constituye parte imprescindible e inolvidable de esta conducción. Todo está a la vista, al alcance de quien quiera saber, nadie debería estar ajeno a este proceso de construcción permanente y mucho menos mientras las voces opositoras, camufladas con astucia, siguen activas entre nosotros, intentando estrategias que pretenden sacarle alguna renta a ese viejo concepto que tanto daño causó, heredado de los noventa, y que hoy pretende resurgir.
Dentro de nuestra historia hubo otras voces, otros registros y otras experiencias que no deben caer en el agujero negro del olvido o, peor aún, perderse en estas recientes expresiones retrogradas que otros nos presentan en clave de catástrofe y desanimo, que contamina la totalidad del pasado e inhibe el reconocimiento de lo que se está logrando en la actualidad. Hay en nosotros las marcas de otras vivencias, la presencia de otros derroteros, de otras apuestas políticas y culturales que deben ser rescatadas de la brutal homogeneización que nos dejaron los años noventa y que hoy, por suerte, comienza a resquebrajarse, pensaron, años atrás, que el objetivo estaba cumplido, que no había más Marina Mercante Nacional, entonces abandonaron y se retiraron a otras actividades.
No será menor el reconocimiento que se le deberá hacer a la conducción de Marcos Castro, cuando las futuras generaciones revisen este tramo excepcional de la historia del Centro de Capitanes y de como supo reconstruir tanto daño, dentro de tanta adversidad.
Que ciertas formas del mal absoluto conviven con nosotros es algo demasiado evidente como para eludirlo, que una tendencia a la ruindad y a la complicidad con otros sectores hicieron posible muchas de nuestras adversidades, también es algo insoslayable. Que ciertas personas de nuestro ámbito acompañan pasivamente esos ataques, y que otras lo hacen activamente con el fin de garantizar esos ataques, también es cierto.
Los adherentes a la Lista Blanca seguiremos siendo la memoria de esos ataques y de las prácticas que dejaron marcas indelebles en el alma de nuestro centro, continuaremos incansablemente denunciando esas ruindades y los olvidos del presente.
La protección de esa memoria, reclama de nosotros, otra mirada de la actualidad que no se deje abrumar por un discurso único y hegemónico, que haciendo pie en una supuesta propuesta de cambio contamina cualquier reflexión que intentemos realizar con relación a lo que ha sucedido. Debemos saltar por encima de ese determinismo que nos asfixia sin perder de vista el dialogo. El imaginario que han creado al sostener que tienen propuestas es lo que les impide la discusión de ideas, nosotros tenemos muy en claro lo que estamos apoyando, por eso sostenemos que los candidatos de la Lista Blanca deben conducir el Centro de Capitanes, el concepto de voto no puede caer en el simplísimo de la elección, la libertad de elegir encierra una responsabilidad que debemos asumir, nosotros decidimos asumirla con el claro objetivo de apoyar la continuación de un proyecto que nos rescató de las peores crisis politicoeconómicas sin dejar de crecer, seremos los custodios de esa memoria, esa que garantice que ciertos fantasmas del pasado no retornen y de quien es quien en este ámbito.
La historia, la razòn, el sentido comùn, la capacidad y la honestidad està siendo representada por los candidatos de la Lista Blanca, los que adherimos, no tenemos dudas de ello.
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