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domingo, 25 de abril de 2010
viernes, 23 de abril de 2010
ELECCIONES 2010
Colegas:
En que dimensión tan distinta estamos con la oposición que nos ha tocado. Nuestra organización no merece tan escaso nivel, es imperioso elevarlo, es central para el proceso de construcción en el que está comprometida nuestra dirigencia, que ha logrado en los últimos años un desarrollo y un crecimiento impresionante. La continuación de este proceso también debería ser una preocupación prioritaria para esta oposición.
No pretendemos ser originales, solo decimos, que se sabe, pero no se quiere oír, y como los adherentes a la Lista Blanca tenemos por norma ante cada problema plantear una solución estamos dispuestos a discutir cuales serían esos cambios que proponen. Las buenas intenciones proclamadas (si existen) deben convertirse en hechos palpables que, como dijimos varias veces desde este sitio, sería el mejor homenaje a los socios del Centro que pretendemos un proyecto justo, equitativo y educado, como el actual.
En las presentes elecciones, para la pobre campaña que propone la oposición, nada de lo que haga la actual Comisión Directiva estará bien o será reconocido, estamos ante una oposición cada vez más mediocre y gatafloresca, con una absoluta falta de exigencia sobre definiciones concretas y prospectivas. Y seguimos sin conocer más, que su rosario de quejas y escasísimas propuestas, por no decir ninguna.
Una oposición que parece alegrase cuando el Centro tiene dificultades, a la que no le preocupan las posibles consecuencias negativas para los socios, de las que se sienten a salvo por algún motivo que desconocemos, aunque en algunos casos, sospechamos. Nunca en la historia del Centro de Capitanes hemos vivido en un clima de distorsión semejante, contenidos y análisis que antes nos resultaban vergonzantes hoy se publican descaradamente. Se torna necesario y urgente que los socios se expresen, sobre todo cuando ya es evidente que hemos pagado muchos costos para obtener el lugar en el que estamos y no podemos permitirnos que haya sido en vano. No somos gansos, somos personas, la tarea es la construcción, de participar activamente en la vida gremial.
La actual Comisión Directiva ha logrado innumerables objetivos y está perfectamente en condiciones de superarlos, hay que tomar la decisión, no se puede esperar más. No podemos dejar pasar la oportunidad de que quede bien claro cual es el verdadero Rol que debe cumplir el Centro de Capitanes. No se puede esperar un minuto más un debate que se sigue postergando, que hasta ahora solo ha planteado una “nada”.
La ley de la marina mercante, nos aguarda, y eso señores, no es ninguna gansada, existen muchas formas de destruir una organización, se la puede atacar desde afuera o también desde adentro, no caigamos en la ingenuidad, las casualidades no existen, tenemos la responsabilidad de expresarnos, todos debemos hacerlo, que nadie guarde silencio, no permitamos que insulten nuestra inteligencia o que se arroguen conquistas de las que no participaron o incluso se opusieron.
En que distinta dimensión estamos, esta es la verdadera opción, sin maquillajes, o votamos un proyecto real, en marcha, con serios objetivos, que es el que adherimos los que apoyamos la Lista Blanca o votamos por “nada”.
La presencia de los socios de buena fe es absolutamente necesaria en estos momentos para decirle a la oposición que nos avergüenzan sus expresiones, que estamos para mucho más, ahora, si a pesar de todo no se puede elevar la discusión, entonces, que ningún voto a los candidatos de la Lista Blanca falte, que en la abrumadora diferencia quede expresamente manifiesto que son muy pocos, y así, que al final, a nadie le quede ninguna duda que el Centro de Capitanes continua su proceso de crecimiento.
En que dimensión tan distinta estamos con la oposición que nos ha tocado. Nuestra organización no merece tan escaso nivel, es imperioso elevarlo, es central para el proceso de construcción en el que está comprometida nuestra dirigencia, que ha logrado en los últimos años un desarrollo y un crecimiento impresionante. La continuación de este proceso también debería ser una preocupación prioritaria para esta oposición.
No pretendemos ser originales, solo decimos, que se sabe, pero no se quiere oír, y como los adherentes a la Lista Blanca tenemos por norma ante cada problema plantear una solución estamos dispuestos a discutir cuales serían esos cambios que proponen. Las buenas intenciones proclamadas (si existen) deben convertirse en hechos palpables que, como dijimos varias veces desde este sitio, sería el mejor homenaje a los socios del Centro que pretendemos un proyecto justo, equitativo y educado, como el actual.
En las presentes elecciones, para la pobre campaña que propone la oposición, nada de lo que haga la actual Comisión Directiva estará bien o será reconocido, estamos ante una oposición cada vez más mediocre y gatafloresca, con una absoluta falta de exigencia sobre definiciones concretas y prospectivas. Y seguimos sin conocer más, que su rosario de quejas y escasísimas propuestas, por no decir ninguna.
Una oposición que parece alegrase cuando el Centro tiene dificultades, a la que no le preocupan las posibles consecuencias negativas para los socios, de las que se sienten a salvo por algún motivo que desconocemos, aunque en algunos casos, sospechamos. Nunca en la historia del Centro de Capitanes hemos vivido en un clima de distorsión semejante, contenidos y análisis que antes nos resultaban vergonzantes hoy se publican descaradamente. Se torna necesario y urgente que los socios se expresen, sobre todo cuando ya es evidente que hemos pagado muchos costos para obtener el lugar en el que estamos y no podemos permitirnos que haya sido en vano. No somos gansos, somos personas, la tarea es la construcción, de participar activamente en la vida gremial.
La actual Comisión Directiva ha logrado innumerables objetivos y está perfectamente en condiciones de superarlos, hay que tomar la decisión, no se puede esperar más. No podemos dejar pasar la oportunidad de que quede bien claro cual es el verdadero Rol que debe cumplir el Centro de Capitanes. No se puede esperar un minuto más un debate que se sigue postergando, que hasta ahora solo ha planteado una “nada”.
La ley de la marina mercante, nos aguarda, y eso señores, no es ninguna gansada, existen muchas formas de destruir una organización, se la puede atacar desde afuera o también desde adentro, no caigamos en la ingenuidad, las casualidades no existen, tenemos la responsabilidad de expresarnos, todos debemos hacerlo, que nadie guarde silencio, no permitamos que insulten nuestra inteligencia o que se arroguen conquistas de las que no participaron o incluso se opusieron.
En que distinta dimensión estamos, esta es la verdadera opción, sin maquillajes, o votamos un proyecto real, en marcha, con serios objetivos, que es el que adherimos los que apoyamos la Lista Blanca o votamos por “nada”.
La presencia de los socios de buena fe es absolutamente necesaria en estos momentos para decirle a la oposición que nos avergüenzan sus expresiones, que estamos para mucho más, ahora, si a pesar de todo no se puede elevar la discusión, entonces, que ningún voto a los candidatos de la Lista Blanca falte, que en la abrumadora diferencia quede expresamente manifiesto que son muy pocos, y así, que al final, a nadie le quede ninguna duda que el Centro de Capitanes continua su proceso de crecimiento.
martes, 13 de abril de 2010
A votar, la LISTA BLANCA
Defensa a ultranza de los puestos de trabajo, decreto 1010, incorporación a la CGT con un fuerte compromiso sociopolítico, crecimiento de OSCOMM, lucha contra las banderas de conveniencia y contra la extranjerización de nuestros buques, becas para alumnos de la ENN, manifestaciones culturales, promoción de autores y edición de libros, FUENN, el Buque Escuela, la caja compensadora, el complejo Aurora I, el decreto 320, la defensa de los derechos de las mujeres, el campo recreativo Valle Verde, los aniversarios del centro, los festejos del día del marino mercante, ITF, IFSMA, la defensa de nuestra soberanía en la Malvinas, Convenios colectivos de trabajo, la nueva sede, Aurora II, proyecto de ley de Marina Mercante, aumentos a los jubilados, mejoras de la obra social, etc.
Podríamos seguir, son muchísimos los logros y proyectos de la actual conducción del Centro de Capitanes de Ultramar, y pensar que se consiguieron dentro de condiciones nada favorables, con mucho esfuerzo y sacrifico. En estos tiempos es preciso reflexionar, recurrir a la verdadera memoria, esa que sirve para proteger el futuro.
La búsqueda de la equidad, la ampliación de la participación, la proliferación de proyectos de integración social junto a una democratización de la educación y la salud constituye parte imprescindible e inolvidable de esta conducción. Todo está a la vista, al alcance de quien quiera saber, nadie debería estar ajeno a este proceso de construcción permanente y mucho menos mientras las voces opositoras, camufladas con astucia, siguen activas entre nosotros, intentando estrategias que pretenden sacarle alguna renta a ese viejo concepto que tanto daño causó, heredado de los noventa, y que hoy pretende resurgir.
Dentro de nuestra historia hubo otras voces, otros registros y otras experiencias que no deben caer en el agujero negro del olvido o, peor aún, perderse en estas recientes expresiones retrogradas que otros nos presentan en clave de catástrofe y desanimo, que contamina la totalidad del pasado e inhibe el reconocimiento de lo que se está logrando en la actualidad. Hay en nosotros las marcas de otras vivencias, la presencia de otros derroteros, de otras apuestas políticas y culturales que deben ser rescatadas de la brutal homogeneización que nos dejaron los años noventa y que hoy, por suerte, comienza a resquebrajarse, pensaron, años atrás, que el objetivo estaba cumplido, que no había más Marina Mercante Nacional, entonces abandonaron y se retiraron a otras actividades.
No será menor el reconocimiento que se le deberá hacer a la conducción de Marcos Castro, cuando las futuras generaciones revisen este tramo excepcional de la historia del Centro de Capitanes y de como supo reconstruir tanto daño, dentro de tanta adversidad.
Que ciertas formas del mal absoluto conviven con nosotros es algo demasiado evidente como para eludirlo, que una tendencia a la ruindad y a la complicidad con otros sectores hicieron posible muchas de nuestras adversidades, también es algo insoslayable. Que ciertas personas de nuestro ámbito acompañan pasivamente esos ataques, y que otras lo hacen activamente con el fin de garantizar esos ataques, también es cierto.
Los adherentes a la Lista Blanca seguiremos siendo la memoria de esos ataques y de las prácticas que dejaron marcas indelebles en el alma de nuestro centro, continuaremos incansablemente denunciando esas ruindades y los olvidos del presente.
La protección de esa memoria, reclama de nosotros, otra mirada de la actualidad que no se deje abrumar por un discurso único y hegemónico, que haciendo pie en una supuesta propuesta de cambio contamina cualquier reflexión que intentemos realizar con relación a lo que ha sucedido. Debemos saltar por encima de ese determinismo que nos asfixia sin perder de vista el dialogo. El imaginario que han creado al sostener que tienen propuestas es lo que les impide la discusión de ideas, nosotros tenemos muy en claro lo que estamos apoyando, por eso sostenemos que los candidatos de la Lista Blanca deben conducir el Centro de Capitanes, el concepto de voto no puede caer en el simplísimo de la elección, la libertad de elegir encierra una responsabilidad que debemos asumir, nosotros decidimos asumirla con el claro objetivo de apoyar la continuación de un proyecto que nos rescató de las peores crisis politicoeconómicas sin dejar de crecer, seremos los custodios de esa memoria, esa que garantice que ciertos fantasmas del pasado no retornen y de quien es quien en este ámbito.
La historia, la razòn, el sentido comùn, la capacidad y la honestidad està siendo representada por los candidatos de la Lista Blanca, los que adherimos, no tenemos dudas de ello.
Podríamos seguir, son muchísimos los logros y proyectos de la actual conducción del Centro de Capitanes de Ultramar, y pensar que se consiguieron dentro de condiciones nada favorables, con mucho esfuerzo y sacrifico. En estos tiempos es preciso reflexionar, recurrir a la verdadera memoria, esa que sirve para proteger el futuro.
La búsqueda de la equidad, la ampliación de la participación, la proliferación de proyectos de integración social junto a una democratización de la educación y la salud constituye parte imprescindible e inolvidable de esta conducción. Todo está a la vista, al alcance de quien quiera saber, nadie debería estar ajeno a este proceso de construcción permanente y mucho menos mientras las voces opositoras, camufladas con astucia, siguen activas entre nosotros, intentando estrategias que pretenden sacarle alguna renta a ese viejo concepto que tanto daño causó, heredado de los noventa, y que hoy pretende resurgir.
Dentro de nuestra historia hubo otras voces, otros registros y otras experiencias que no deben caer en el agujero negro del olvido o, peor aún, perderse en estas recientes expresiones retrogradas que otros nos presentan en clave de catástrofe y desanimo, que contamina la totalidad del pasado e inhibe el reconocimiento de lo que se está logrando en la actualidad. Hay en nosotros las marcas de otras vivencias, la presencia de otros derroteros, de otras apuestas políticas y culturales que deben ser rescatadas de la brutal homogeneización que nos dejaron los años noventa y que hoy, por suerte, comienza a resquebrajarse, pensaron, años atrás, que el objetivo estaba cumplido, que no había más Marina Mercante Nacional, entonces abandonaron y se retiraron a otras actividades.
No será menor el reconocimiento que se le deberá hacer a la conducción de Marcos Castro, cuando las futuras generaciones revisen este tramo excepcional de la historia del Centro de Capitanes y de como supo reconstruir tanto daño, dentro de tanta adversidad.
Que ciertas formas del mal absoluto conviven con nosotros es algo demasiado evidente como para eludirlo, que una tendencia a la ruindad y a la complicidad con otros sectores hicieron posible muchas de nuestras adversidades, también es algo insoslayable. Que ciertas personas de nuestro ámbito acompañan pasivamente esos ataques, y que otras lo hacen activamente con el fin de garantizar esos ataques, también es cierto.
Los adherentes a la Lista Blanca seguiremos siendo la memoria de esos ataques y de las prácticas que dejaron marcas indelebles en el alma de nuestro centro, continuaremos incansablemente denunciando esas ruindades y los olvidos del presente.
La protección de esa memoria, reclama de nosotros, otra mirada de la actualidad que no se deje abrumar por un discurso único y hegemónico, que haciendo pie en una supuesta propuesta de cambio contamina cualquier reflexión que intentemos realizar con relación a lo que ha sucedido. Debemos saltar por encima de ese determinismo que nos asfixia sin perder de vista el dialogo. El imaginario que han creado al sostener que tienen propuestas es lo que les impide la discusión de ideas, nosotros tenemos muy en claro lo que estamos apoyando, por eso sostenemos que los candidatos de la Lista Blanca deben conducir el Centro de Capitanes, el concepto de voto no puede caer en el simplísimo de la elección, la libertad de elegir encierra una responsabilidad que debemos asumir, nosotros decidimos asumirla con el claro objetivo de apoyar la continuación de un proyecto que nos rescató de las peores crisis politicoeconómicas sin dejar de crecer, seremos los custodios de esa memoria, esa que garantice que ciertos fantasmas del pasado no retornen y de quien es quien en este ámbito.
La historia, la razòn, el sentido comùn, la capacidad y la honestidad està siendo representada por los candidatos de la Lista Blanca, los que adherimos, no tenemos dudas de ello.
miércoles, 7 de abril de 2010
Hablemos en serio (Parte III)
Las elecciones están en curso y posiblemente muchos socios ante la presentación de una lista opositora se hayan ilusionado con un debate constructivo, nosotros también, es lógico, después de todo somos profesionales de alto nivel reconocido dentro y fuera del país, lamentablemente este debate no se ha presentado hasta ahora y desde el lugar que compete a los adherentes a la Lista Blanca tomamos con preocupación esta cuestión.
No es nada sencillo intentar, dentro de esta coyuntura, la discusión de ideas evitando las descalificaciones a las que sí ha recurrido casi como único argumento la oposición, sin embargo creemos oportuno plantearnos algunos interrogantes con el único fin de intentar despertar esa absolutamente necesaria discusión, si es que esto es posible, ya que para bailar el tango hacen falta dos.
La táctica de esta oposición se ha caracterizado primordialmente por la ausencia de propuestas, para disimular esta carencia han recurrido ha confusas manifestaciones que han dejado manifiestamente expuesto el desconocimiento de la organización del Centro. Todos los socios tienen derecho a presentarse en los comicios, eso no lo discutimos, tampoco cuestionamos la ausencia (al menos en los últimos cuatro años) de los candidatos de la oposición, pensamos que después de tantos años cualquiera puede perder esa “gimnasia” gremial que se puede volver a adquirir, claro, para ello hace falta cierta actitud que en principio consiste en informarse, obviamente se pueden cometer errores, como ser el no saber presentar una moción en asamblea o incluso presentarla mal luego de que se les explicara el “como” dentro del transcurso de una; la actitud a la que nos referimos no es la del aprendizaje a prueba y error (aclaramos que este método no nos gusta y lo consideramos altamente peligroso) nos estamos refiriendo a la actitud de interesarse “realmente” por las cuestiones inherentes a nuestro Centro. Por ello nos preguntamos seriamente ¿por qué el candidato a Presidente de la lista verde y blanca Fernando Lorenzo manifestó públicamente que no había terminado de leer el estatuto del Centro de Capitanes porque le aburrió?, ¿con qué carta orgánica piensa gobernar?, ¿encierra esta expresión la soberbia de no necesitar de nuestro instrumento base o sencillamente está manifestando su rechazo a él?, no lo sabemos.
Muchos socios han recibido en sus casillas de correo recientemente la ridícula manifestación por parte de la lista verde y blanca de que, con esta gestión se perdieron ELMA, YPF, la Bandera Nacional, la pérdida de trabajo de Radios, Comisarios y Enfermeros. Los socios que ya peinan alguna cana tienen muy claro lo absurdo de estas expresiones, sin embargo, los adherentes a la Lista Blanca nos preguntamos ¿a quiénes se dirigen cuando dicen que hay que tener buena memoria y luego se disparan con estos absurdos?, ¿será que piensan engañar a los más jóvenes, que no vivieron la nefasta década de los noventa, modificando intencionalmente tan triste pasado?, ¿por qué la mentira?, ¿creen ellos realmente que por el hecho de ser jóvenes son tontos?, ¿vale decir cualquier cosa para captar votos? Nosotros creemos que no.
El vocero de la lista verde y blanca es un tal Juan Carlos García Forlán ¿Quién es?, no figura en el padrón, ¿con qué autoridad este señor se expresa dentro de nuestro ámbito? No lo sabemos.
El pedido central de los adherentes a la Lista Blanca seguirá siendo el de discutir ideas y propuestas, rechazamos cualquier método que por simulación pretenda aprovecharse de la inexperiencia, ligereza o necesidad de nadie, con el único fin de obtener una ventaja sin justificación. Discutir ideas y propuestas, de eso se trata, lamentamos y nos preocupa mucho que sean tan pocos y tan pobres los puntos a tratar, lo decimos con autoridad moral, tal y como resonó en las últimas asambleas, con la misma masiva emoción de estar juntos construyendo bases sólidas, pero esta vez, además, con la convicción de saber que no nos han vencido. Y como siempre, vamos por más.
No es nada sencillo intentar, dentro de esta coyuntura, la discusión de ideas evitando las descalificaciones a las que sí ha recurrido casi como único argumento la oposición, sin embargo creemos oportuno plantearnos algunos interrogantes con el único fin de intentar despertar esa absolutamente necesaria discusión, si es que esto es posible, ya que para bailar el tango hacen falta dos.
La táctica de esta oposición se ha caracterizado primordialmente por la ausencia de propuestas, para disimular esta carencia han recurrido ha confusas manifestaciones que han dejado manifiestamente expuesto el desconocimiento de la organización del Centro. Todos los socios tienen derecho a presentarse en los comicios, eso no lo discutimos, tampoco cuestionamos la ausencia (al menos en los últimos cuatro años) de los candidatos de la oposición, pensamos que después de tantos años cualquiera puede perder esa “gimnasia” gremial que se puede volver a adquirir, claro, para ello hace falta cierta actitud que en principio consiste en informarse, obviamente se pueden cometer errores, como ser el no saber presentar una moción en asamblea o incluso presentarla mal luego de que se les explicara el “como” dentro del transcurso de una; la actitud a la que nos referimos no es la del aprendizaje a prueba y error (aclaramos que este método no nos gusta y lo consideramos altamente peligroso) nos estamos refiriendo a la actitud de interesarse “realmente” por las cuestiones inherentes a nuestro Centro. Por ello nos preguntamos seriamente ¿por qué el candidato a Presidente de la lista verde y blanca Fernando Lorenzo manifestó públicamente que no había terminado de leer el estatuto del Centro de Capitanes porque le aburrió?, ¿con qué carta orgánica piensa gobernar?, ¿encierra esta expresión la soberbia de no necesitar de nuestro instrumento base o sencillamente está manifestando su rechazo a él?, no lo sabemos.
Muchos socios han recibido en sus casillas de correo recientemente la ridícula manifestación por parte de la lista verde y blanca de que, con esta gestión se perdieron ELMA, YPF, la Bandera Nacional, la pérdida de trabajo de Radios, Comisarios y Enfermeros. Los socios que ya peinan alguna cana tienen muy claro lo absurdo de estas expresiones, sin embargo, los adherentes a la Lista Blanca nos preguntamos ¿a quiénes se dirigen cuando dicen que hay que tener buena memoria y luego se disparan con estos absurdos?, ¿será que piensan engañar a los más jóvenes, que no vivieron la nefasta década de los noventa, modificando intencionalmente tan triste pasado?, ¿por qué la mentira?, ¿creen ellos realmente que por el hecho de ser jóvenes son tontos?, ¿vale decir cualquier cosa para captar votos? Nosotros creemos que no.
El vocero de la lista verde y blanca es un tal Juan Carlos García Forlán ¿Quién es?, no figura en el padrón, ¿con qué autoridad este señor se expresa dentro de nuestro ámbito? No lo sabemos.
El pedido central de los adherentes a la Lista Blanca seguirá siendo el de discutir ideas y propuestas, rechazamos cualquier método que por simulación pretenda aprovecharse de la inexperiencia, ligereza o necesidad de nadie, con el único fin de obtener una ventaja sin justificación. Discutir ideas y propuestas, de eso se trata, lamentamos y nos preocupa mucho que sean tan pocos y tan pobres los puntos a tratar, lo decimos con autoridad moral, tal y como resonó en las últimas asambleas, con la misma masiva emoción de estar juntos construyendo bases sólidas, pero esta vez, además, con la convicción de saber que no nos han vencido. Y como siempre, vamos por más.
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