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domingo, 22 de enero de 2012

IMAGENES DEL NAUFRAGIO

En los últimos días es mucho lo que se escribió y se dijo del siniestro del crucero italiano, sin duda ante tanta información mediática lo más prudente sería esperar la pericias para poder realizar alguna opinión responsable, sin embargo algunas consideraciones me parecen oportunas:
El viernes 13 de enero el crucero Costa Concordia encalló a metros de la pequeña isla de Giglio, el coloso de 114.500 toneladas sucumbió con todos sus spas, sus piscinas, sus gimnasios, sus canchas de tenis, su solarium, su cine 4D y su casino, finalmente para agonizar de costado frente a una bonita isla de la costa toscana, como una postal macabra de la muerte, todo el dinero del black jack en el Mediterráneo y las Mastercards flotando alrededor de las lanchas de pescadores; En francés encallar y fracasar se dice de la misma manera “èchouer” y de hecho ya están buscando al responsable del fracaso y se conforman con acusar al capitán, pobre hombre, aunque tal vez no tanto. A los responsables, de todas maneras, siempre se los busca demasiado tarde. Cuando quedan restos nomás. En el año 2002 del Ferry Senegalès que unía Dakar con Casamanza cuyo naufragio produjo la muerte de 1863 personas ya nadie se acuerda, claro, a bordo no había lunas de miel y seguramente se perdió poca guita; en cambio los pasajeros del Concordia perdieron todo, llaves, equipajes y sus documentos en regla, hace rato que el Mediterráneo se llena de cadáveres ya son miles los emigrantes africanos que mueren ahogados frente a las costas italianas.

Hace cien años cambiaron los conceptos de seguridad por las pérdidas del Tianic, y no es que no hubieran habido naufragios anteriores con más muertes, lo que realmente provocó el cambio es que a bordo viajaba la elite europea del momento, ojalà esta vez ocurra lo mismo y este triste hecho sirva para revisar a fondo las causas del accidente, demasiado pronto se señaló al culpable, muy rápido aparecieron las pruebas condenatorias, de ninguna manera intento exculpar al capitán, es solo que resulta sospechoso que semejante catástrofe pueda ser causa de una sola persona y de que manera insistente los medios procuran que el público se forme esa opinión.
Hace 82 años naufragaba el crucero alemán Monte Cervantes en las costas argentinas luego de colisionar con una piedra cerca de los islotes Les Eclaireus. Diferencia. Había 1500 pasajeros a bordo, se salvaron todos menos uno. Adivinen quien…el Capitán claro.
Francesco, tenès mucho que aprender.
Josè Pereyra.
Capitàn de Ultramar.

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