No olvidemos que 16 marinos mercantes dejaron su vida allí, eran trabajadores... como vos, como yo; padres, hijos, hermanos. Tres de ellos, eran Capitanes y oficiales cumpliendo el mandato de nuestra profesión "si clarínes bélicos llamasen... a defender sagarada libertad".
Durante la guerra, resultaron hundidos los buques “Río Carcarañá”, “Bahía Buen Suceso”, “Islas de los Estados” y “Narwal”, con la pérdida de las valiosas vidas de los Capitanes de Ultramar Panigadi y Bottaro, el Piloto de Ultramar de 1ª Politis, el Maquinista Naval de 2ª Aguirre, el Maquinista Naval de 3ª Cuevas, el Contramaestre Ibáñez, el Cabo de Mar Bollero, los Marineros Cayo, Lima y Olivera, el 1º Electricista Naval Mendieta, el 1º Mecánico Hundepohl, 1º Cabo Mina, el 1º Cocinero Luzardo, el Mayordomo Sandoval y el Marinero Rupp.
Asímismo, nos enorgullece tener a veteranos de guerra en nuestra querida Escuela Nacional de Náutica:
el Jefe del Departamento Enseñanza, Piloto de Ultramar de Primera, Horacio BIANCO, y a su Director, el Capitán de Ultramar Sergio DORREGO.
Muchos otros marinos mercantes han desempeñado sus tareas durante el conflicto, y hoy día humildemente están entre nosotros; citamos a solo ejemplo, a los Capitanes Dell´ellicini y Calafell en ELMA, y hasta el propio Presidente del Centro de Capitanes, el Capitán Marcos Castro, que hacía lo propio en YCF.
¡Gloria y honor a nuestros héroes!
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