Todo se mezcla, todo se confunde, que acertada y oportuna es la nota enviada por el socio, cuantas cosas tenemos para aprender y valorar....
En tiempos que tan livianamente se habla del 82% móvil para las jubilaciones habría que ventilar algunas cuestiones:
El seguro social se nutre de los aportes del trabajador y de las contribuciones de los empleadores, éstos conforman un capital social (solidario), que tiende a cubrir aquellas contingencias previstas por ley (vejez, invalidez y muerte).
Si no hay contribuciones no hay seguro social, durante la macabra década de los noventa el ministro caballo destruyó el sistema previsional dentro de un marco-país inserto en la privatización de las empresas del estado, alto desempleo, trabajo en negro, precarización de los puestos de trabajo, reducción de las contribuciones de los empleadores, reducción y congelamiento de las jubilaciones, instauración de topes a los aportes y la creación de empresas privadas (AFJP) que administrarían los fondos de los trabajadores sin control del estado.
Estamos padeciendo los resultados de tan perversa gestión, muchos llegan a la edad jubilatoria después de haber trabajado toda su vida, pero sin poder justificar aportes si estaban en régimen de reparto; o con miserables compensaciones producto de las administraciones de las AFJP.
Fue el Estado el que salió en auxilio de millones de personas que quedaron fuera del sistema para volver a incluirlas, garantizando ingresos mínimos, otorgando moratorias (que son subvencionadas por el mismo estado) para que puedan acceder a una jubilación y cobertura médico asistencial.
Cuando los mismos que fomentaron y aplaudieron la destrucción del Sistema Previsional, ahora descaradamente “dicen” bregar por el 82% móvil para las “jubilaciones mínimas”, ¿de dónde creen que sale el dinero?, ¿de un repollo?, no, es de nuestros aportes, estos personajes ya demostraron como se puede desfinanciar el sistema.
La “Caja Compensadora de Jubilaciones y Pensiones Capitán de Ultramar Marcos Ricardo Castro” es un ejemplo de cómo a partir de un sistema basado en el aporte solidario de los socios se puede cubrir las contingencias a las que todos llegamos tarde o temprano. Desde la década del 70 en que comenzara a funcionar hasta nuestros días, ha cumplido el cometido para la cual fue creada, bajo la excelente administración de nuestros dirigentes, no solo compensando los haberes de los jubilados y de las pensionadas, sino también cubriendo las contingencias de invalidez y de muerte. Pero una buena administración nunca se conforma, tal como lo demuestra con aquellos beneficios que también alcanzan a los socios activos, ahí están los prestamos a tasas accesibles y el Complejo Aurora de Colón.
Volviendo entonces a la nota anterior y coincidiendo plenamente con el comentario vertido, decimos humildemente, desde este sitio, que si hay alguien realmente interesado en organizar un sistema de compensación beneficioso para las personas, como un canal alternativo para la cobertura de contingencias, que pase por el Centro de Capitanes de Ultramar y pregunte por Marcos Castro, seguramente alguna enseñanza se va a llevar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario