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Reportaje al Cap. Marcos Castro en referencia al decreto 1010


El Decreto 1010: ¿Fue antesala de la futura Ley de Marina Mercante?

Para el Capitán de Ultramar Marcos Castro, presidente del Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante, con el Decreto 1010 se dio un paso fundamental porque fue la demostración de la división política dentro de la marina mercante.
"Tal como le manifestamos al Sr. Presidente de la Nación durante la ceremonia realizada en la Casa de Gobierno el 6 de agosto de 2004, cuando le agradecimos la sanción del Decreto 1010, éste fue el imprescindible primer paso hacia la reconstrucción de nuestra Marina Mercante. Sin un instrumento como ése, no sería posible encarar ninguna norma general para la actividad. El proceso de su gestión mostró claramente la división política que existía en la industria, con los que pedían su urgente sanción, por un lado, y los que se oponían a ella, por otro", aseveró.
Refiriéndose a los industriales expresó Castro: "Estos últimos modificaron su postura a partir de la aparición del 1010, situación que habíamos previsto, ya que resultaba evidente que, si bien eran contrarios al regreso de los buques a la bandera nacional y a todas luces preferían seguir en la impunidad que les otorgaba el decreto 1.772/91, una vez que éste fuese derogado se verían obligados a trabajar en pos de una mejora en las condiciones de la Marina Mercante Nacional, asumiendo como ésta al conjunto conformado por la flota, los puertos, las vías navegables, la industria naval y los recursos humanos involucrados".
Castro agregó: "A partir de la sanción del Decreto 1010, los distintos actores empezaron a trabajar, al principio en forma coordinada (al menos en las intenciones declaradas) y sintiendo la obligación de proponer diversos aspectos para el paso siguiente, que sin dudas es lograr una Ley de Marina Mercante. Luego, por distintas causas - entre ellas diferencias entre los distintos sectores - no se llegó a formular una propuesta consensuada. Hubo algunos Proyectos de Ley que tuvieron una aceptación más o menos generalizada, pero ninguno llegó a ser "empujado" lo suficiente como para que tuviera el necesario peso en el Congreso Nacional y se lograra su tratamiento parlamentario".
Acerca de lo dispuesto por el Poder Ejecutivo Nacional, dijo: "Antes de su vencimiento, el régimen establecido por el Decreto 1010 (salvo el plazo dado para que los buques retornen a la matrícula nacional) fue prorrogado mediante el Decreto 1.022/06, y ahora tendrá vigencia hasta la sanción de una la Ley de Marina Mercante. Si bien debe reconocerse que esto ha traído cierta estabilidad, quien tomara a la presente como una situación definitiva y sustentable cometería un error muy grave, pues no pueden soslayarse ni el carácter de provisorio de muchos aspectos de la actividad ni la ausencia de proyectos de expansión hacia nuevos mercados de fletes ni la inexistencia de programas sustantivos de renovación de la flota. Estos elementos marcan, sin dudas, riesgos ciertos y graves para el futuro mediato".
A propósito de la proximidad del cambio de gobierno en el país, opinó: "Encontrándonos próximos a las elecciones nacionales, y por ello en un año algo particular, existe cierto apuro por lograr algunas cosas y desaceleraciones respecto a otras, en muchos casos relacionadas con las campañas electorales. Podríamos decir que se vive un momento de una suerte de vigilia".
Con respecto a las propuestas que tiene el Centro de Capitanes comentó: "Institucionalmente, continuamos trabajando en la elaboración de propuestas, ya sea solos o en colaboración con grupos que en la actualidad se están reuniendo, que comprenden no sólo a organizaciones que representan al personal sino también a las cámaras empresarias. Ya han sido presentados pedidos para que se efectivicen algunas medidas, entre ellas la desgravación del combustible de consumo para todos los buques mercantes. Este es un tema de considerable importancia, ya que no sólo reduciría los efectos de la injustificada discriminación de que es víctima el transporte por agua frente a otros sistemas (ferroviario, carretero, etc.) sino también se eliminaría una porción de las nocivas asimetrías existentes en relación con otros países de la Hidrovía Paraná-Paraguay. Justificando aún más nuestra solicitud, debo señalar que esa liberación de ciertos impuestos que reclamamos es un beneficio con que ya cuentan los buques pesqueros, pero que no alcanza a las unidades de transporte. También se han consensuado entre diversos sectores algunas propuestas relacionadas con el transporte fluvial en la Hidrovía, con el MERCOSUR y con su Convenio de Transporte Marítimo".
Finalmente, afirmó: "En definitiva, todos estos son elementos parciales que necesariamente deben formar parte de una norma superior que, tomando los aspectos puntuales fundamentales, se constituya no sólo en el sostén de la industria, sino también en su principal incentivo para el crecimiento. Por ello, la mayor obligación que tenemos, y seguramente el objetivo impostergable, es obtener una Ley de la Marina Mercante".