El triunfo de las elecciones, si bien es el resultado del conteo de los votos depositados en las urnas, tal como en un témpano, a primera impresión, es solo lo visible del fenómeno, lo cierto es que no veríamos el témpano si no existiera esa enorme masa de hielo, sumergida, invisible a primera vista, lo mismo ocurre detrás del contundente 81 % de las recientes elecciones, también, no siempre visibles existen un cúmulo de acciones, relaciones, circunstancias y causalidades que consideramos necesario analizar, y así lo consideramos porque convencidos estamos de que la misión del Centro de Capitanes es la construcción y para construir, obviamente, se requieren bases firmes.
Básicamente y sin margen de error, discusión o cuestionamiento, podemos afirmar que el 81 % se debe a la gestión de Marcos al frente de nuestro querido Centro; largamente se ha dicho que somos lo que hacemos, si es así, nadie escapa de su pasado, el tiempo y la historia, darán su lugar, sin duda, al Capitán Castro, ahora en tiempo presente, los que tratamos de ajustar nuestras entendederas a su capacidad, que sabemos, sospechamos o imaginamos lo que costó, cuesta y costará mantener y aún mejorar las estructuras presentes no debemos quedarnos en la tranquilidad de un abultado resultado eleccionario, todo lo contrario, afortunadamente se están discutiendo asuntos que hasta hace muy poco tiempo estaban vedados o eran de imposible tratamiento, confiamos en nuestra conducción, no cabe duda de ello, pero ¿estamos los socios realmente comprometidos con ella?, los adherentes a la LISTA BLANCA sostenemos que no es suficiente concurrir a votar, ya lo hemos expresado anteriormente, la expresión democrática debe además colaborar para crear las condiciones de construcción y sustentabilidad de nuestra querida institución.
Seamos entonces merecedores de lo construido y consientes de las palabras de Marcos, “que nos esperan tiempos difíciles para los que debemos estar unidos y atentos”, ya fuimos testigos de cómo personas ajenas a la institución intentaron torcer el rumbo, no caigamos en la ingenuidad de que esto a sido todo.
